Se presenta a continuación un ejercicio práctico sobre la técnica de DISCUSIÓN DIRIGIDA. Tras una breve introducción para explicar la técnica, se propone el ejercicio sobre un tema conflictivo concreto. El ejercicio es presentado como una narración que describe cómo se ha aplicado la técnica en un caso concreto.
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La discusión dirigida (DG) sobre un tema es una técnica que facilita poder conocer las opiniones de todos sobre dicho tema y poder razonar sobre dichas opiniones. Como técnica de animación de grupos -y como forma para encauzar posibles conflictos- la DG se debe diferenciar claramente de una vulgar discusión. Las discusiones vulgares -muchas veces emitidas por los medios de comunicación como "debates"- no suelen pretender alcanzar conclusiones, sino tan sólo imponer los propios criterios. La DG es apropiada para grupos pequeños.
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La DG, al contrario, sí pretende alcanzar conclusiones mediante la escucha atenta de las ideas de los otros, el análisis de éstas y su posible integración en nuestra propia ideología o argumentación. Cuando se pone en marcha la DG es parte de la técnica el empleo por parte de los intervinientes de frases parecidas a las siguientes:
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"No lo había considerado desde ese punto de vista. Tengo que meditarlo bien."
"Lo tendré en cuenta en el futuro. No había caido en ello."
"Así que lo que UD. propone es más o menos lo siguiente:..."
"La conclusión a la que llego tras seguir su exposición es ésta. No sé si me explico. ¿La comparte Ud. o no he seguido bien el razonamiento?"
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En una DG hay que considerar los siguientes aspectos:
- Presentación del tema por un Coordinador.
- Establecimiento del procedimiento de las intervenciones (orden, turno, tiempos).
- Intervenciones (exposición de las ideas propias y análisis de las ideas contrarias).
- Final: acercamientos y/o conclusiones.
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El Coordinador debe presentar el tema (con alguna introducción o con el planteamiento de preguntas iniciales) y la técnica (recordando el carácter y objeto de la misma: la exposición de las propias ideas acompañadas del análisis de las extrañas). Establece los turnos y, al final, resume las intervenciones y las conclusiones.
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Ejemplo: un problema en el Club de senderismo
El Animador Deportivo de un club de senderismo, responsable de las actividades que organiza este club, ha recibido las quejas de algunos clientes con respecto a la última actividad realizada. Se quejan de que un pequeño grupo de participantes en la marcha se quedó retrasado con respecto al gran grupo y a los que iban en cabeza. Eso motivó que se despistaran y tomaran otra ruta. Llegaron muy tarde ya que no encontraron la verdadera ruta hasta pasado cierto tiempo. Cuando llegaron al punto final de la ruta se encontraban desanimados y recibieron críticas por parte de sus compañeros, que les reprocharon su despiste y su lenta marcha. Consideran que no han recibido buen trato por parte de los organizadores y muestran un gran disgusto.
El Animador Deportivo escucha a los clientes y recuerda que, aunque hasta ahora no se habían producido incidentes, esta situación ya se ha presentado en el pasado: la de no realizar la marcha todos agrupados. Sucede que los más preparados imponen un ritmo vivo a la marcha, lo que provoca distintos subgrupos a distintas velocidades. Hasta ahora no había habido problemas, pero él sabe que podían haberse presentado, tal y como ha sucedido en esta última ocasión.
Interesado por el asunto, comenta a los monitores a su cargo la queja de los clientes. Los monitores le dicen que estos clientes iban demasiado despacio y que había protestas por parte de los que iban en cabeza sobre el lento ritmo que debían seguir. Optaron por avivar el ritmo y no pensaron que los últimos se despistarían. Al reagruparse todos en el punto final comentaron lo sucedido sin darle más importancia.
El Animador Deportivo no está satisfecho con esta explicación y se lo hace saber a los monitores. Considera, como organizador, que los monitores no deberían haber dejado solos a los componentes, y sugiere una reunión general con éstos y con los monitores para intentar aclarar la situación y evitar futuros problemas. Para ello piensa proponer la técnica de la DG como forma de tratar el tema. Cita a los monitores y al grupo de senderismo a una hora determinada para mantener la reunión. Están presentes el Animador (A), los dos monitores (M1 y M2) y los 16 componentes del grupo de senderismo (C1, C2, C3…C16). Los componentes del grupo que se despistaron durante el senderismo son C1, C2, C3 y C4)
Al principio de la reunión, toma la palabra A para exponer el tema y para aclarar sus intenciones. Lo primero que hace es informar sobre la técnica de la DG para sostener el diálogo, el debate o la conversación que tendrá lugar.
A.- Hay un tema que tratar en esta reunión, y como se trata de un tema problemático os propongo utilizar la técnica de la DG. Esta técnica nos ofrece la oportunidad de poder hablar, discutir y exponer nuestras opiniones de forma racional y sosegada. A pesar de su nombre (discusión) la técnica trata de ayudar a que la conversación se mantenga en un ambiente de reflexión, es decir, es una discusión (exposición de distintas opiniones) con reflexión (estudio de las distintas opiniones).Lo fundamental en la técnica es que a la vez que se exponen las propias ideas se consideren las expuestas por los demás, es decir, que se consideren para ser analizadas y comentadas. De esta forma todos tendremos la oportunidad de exponer las propias ideas y todos nos comprometemos a analizar y reflexionar acerca de las opiniones distintas a la nuestra.
En este momento A percibe una cierta confusión en el grupo, y cree que se debe a que no parece entender del todo su propuesta. También ha percibido cierta tensión en los monitores.
A.- Prosigo. No se trata de una discusión sin más en la que todos pretendemos llevar razón. Se trata precisamente de considerar las opiniones de los demás, analizarlas e intentar comprenderlas. En el caso de que encontremos en ellas algo interesante debemos intentar reflexionar sobre ello, y condicionar nuestra propia opinión a este tipo de hallazgos en las opiniones de los otros. Esta técnica requiere un cierto esfuerzo por parte de todos ya que, al exigir intentar comprender los argumentos de los demás hay que utilizar expresiones como “así que lo que tú quieres decir es que…”, “no había caído en cuenta de eso”, “no lo había pensado desde ese punto de vista”, “si eso es así, puede que tenga que cambiar algo mi opinión…”. En resumen, se trata de abrir nuestra mente a las ideas o argumentaciones de los otros, una vez que se han analizado y considerado interesantes.
C6.- O sea, que se trata de dejar las cosas claras, ¿no?
A.- Se trata de aclarar las cosas, como tú dices, pero entre todos e intentando que nuestras argumentaciones sean debatidas y analizadas con calma, al igual que las argumentaciones de todos. Por eso insisto en la importancia de emplear las expresiones que he citado antes, que, además de ser expresiones formalmente muy amables para con el otro, indican que estamos sometiendo a análisis las ideas que se exponen.
M1.- ¿Y no resultará algo artificial este tipo de comportamiento?
A.- Puede. Pero sobre todo creo que nos resultará muy nuevo, ya que normalmente no estamos acostumbrados a discutir de esta forma tan educada, sino a hacerlo de forma muy contundente, poco respetuosa e intentando que nuestros argumentos queden muy claros y por encima de los de los otros.
M1.- Quizá entonces no debiera llamarse discusión a esta técnica. ¿No?
A.- Bueno, una discusión es un examen de una cuestión atendiendo a las razones a favor y a las razones en contra de la misma. Así que esto sí será una discusión. Lo que espero que no sea es una disputa, que es en lo que acaban muchas discusiones no controladas. Si seguimos esta técnica no estará permitido cerrarse al análisis de las argumentaciones y habrá que estar dispuestos a cambiar de opinión o, al menos, a interesarse por enriquecer las propias opiniones o matizarlas.
C5.- Muy complicado lo veo. ¿Es que estás haciendo de psicólogo con nosotros?
A.- Creo que no. Los psicólogos, en general, se dedican a intentar resolver problemas de índole personal o íntima. También pueden dinamizar grupos con gran habilidad y en ese caso utilizan técnicas como la DG. De todas formas este tipo de técnica para afrontar las situaciones no está reservada a los psicólogos, ya que está al alcance de cualquier persona o grupo que la precise.
M2.- Bueno, pues vamos a empezar.
A.- Vale. Si os parece centraré el tema. El motivo de esta reunión es el de intentar encontrar alguna solución para la situación que surgió durante la pasada excursión. Ya sabéis que hubo compañeros que no llegaron con el gran grupo y que perdieron el rumbo correcto. Estas personas se han sentido desatendidas y se encuentran a disgusto. Es conveniente que recapacitemos y que intentemos que este tipo de problemas no se repita, o pueda evitarse en un futuro.
Silencio. Nadie interviene.
A.- ¿Qué os parece? ¿Alguien quiere dar su opinión?
C1.- Sí. Yo quiero hablar. Quiero decir que nos sentimos muy molestos por habernos perdido y porque nadie nos ayudara. Creo que pasaron de nosotros.
El Animador Deportivo de un club de senderismo, responsable de las actividades que organiza este club, ha recibido las quejas de algunos clientes con respecto a la última actividad realizada. Se quejan de que un pequeño grupo de participantes en la marcha se quedó retrasado con respecto al gran grupo y a los que iban en cabeza. Eso motivó que se despistaran y tomaran otra ruta. Llegaron muy tarde ya que no encontraron la verdadera ruta hasta pasado cierto tiempo. Cuando llegaron al punto final de la ruta se encontraban desanimados y recibieron críticas por parte de sus compañeros, que les reprocharon su despiste y su lenta marcha. Consideran que no han recibido buen trato por parte de los organizadores y muestran un gran disgusto.
El Animador Deportivo escucha a los clientes y recuerda que, aunque hasta ahora no se habían producido incidentes, esta situación ya se ha presentado en el pasado: la de no realizar la marcha todos agrupados. Sucede que los más preparados imponen un ritmo vivo a la marcha, lo que provoca distintos subgrupos a distintas velocidades. Hasta ahora no había habido problemas, pero él sabe que podían haberse presentado, tal y como ha sucedido en esta última ocasión.
Interesado por el asunto, comenta a los monitores a su cargo la queja de los clientes. Los monitores le dicen que estos clientes iban demasiado despacio y que había protestas por parte de los que iban en cabeza sobre el lento ritmo que debían seguir. Optaron por avivar el ritmo y no pensaron que los últimos se despistarían. Al reagruparse todos en el punto final comentaron lo sucedido sin darle más importancia.
El Animador Deportivo no está satisfecho con esta explicación y se lo hace saber a los monitores. Considera, como organizador, que los monitores no deberían haber dejado solos a los componentes, y sugiere una reunión general con éstos y con los monitores para intentar aclarar la situación y evitar futuros problemas. Para ello piensa proponer la técnica de la DG como forma de tratar el tema. Cita a los monitores y al grupo de senderismo a una hora determinada para mantener la reunión. Están presentes el Animador (A), los dos monitores (M1 y M2) y los 16 componentes del grupo de senderismo (C1, C2, C3…C16). Los componentes del grupo que se despistaron durante el senderismo son C1, C2, C3 y C4)
Al principio de la reunión, toma la palabra A para exponer el tema y para aclarar sus intenciones. Lo primero que hace es informar sobre la técnica de la DG para sostener el diálogo, el debate o la conversación que tendrá lugar.
A.- Hay un tema que tratar en esta reunión, y como se trata de un tema problemático os propongo utilizar la técnica de la DG. Esta técnica nos ofrece la oportunidad de poder hablar, discutir y exponer nuestras opiniones de forma racional y sosegada. A pesar de su nombre (discusión) la técnica trata de ayudar a que la conversación se mantenga en un ambiente de reflexión, es decir, es una discusión (exposición de distintas opiniones) con reflexión (estudio de las distintas opiniones).Lo fundamental en la técnica es que a la vez que se exponen las propias ideas se consideren las expuestas por los demás, es decir, que se consideren para ser analizadas y comentadas. De esta forma todos tendremos la oportunidad de exponer las propias ideas y todos nos comprometemos a analizar y reflexionar acerca de las opiniones distintas a la nuestra.
En este momento A percibe una cierta confusión en el grupo, y cree que se debe a que no parece entender del todo su propuesta. También ha percibido cierta tensión en los monitores.
A.- Prosigo. No se trata de una discusión sin más en la que todos pretendemos llevar razón. Se trata precisamente de considerar las opiniones de los demás, analizarlas e intentar comprenderlas. En el caso de que encontremos en ellas algo interesante debemos intentar reflexionar sobre ello, y condicionar nuestra propia opinión a este tipo de hallazgos en las opiniones de los otros. Esta técnica requiere un cierto esfuerzo por parte de todos ya que, al exigir intentar comprender los argumentos de los demás hay que utilizar expresiones como “así que lo que tú quieres decir es que…”, “no había caído en cuenta de eso”, “no lo había pensado desde ese punto de vista”, “si eso es así, puede que tenga que cambiar algo mi opinión…”. En resumen, se trata de abrir nuestra mente a las ideas o argumentaciones de los otros, una vez que se han analizado y considerado interesantes.
C6.- O sea, que se trata de dejar las cosas claras, ¿no?
A.- Se trata de aclarar las cosas, como tú dices, pero entre todos e intentando que nuestras argumentaciones sean debatidas y analizadas con calma, al igual que las argumentaciones de todos. Por eso insisto en la importancia de emplear las expresiones que he citado antes, que, además de ser expresiones formalmente muy amables para con el otro, indican que estamos sometiendo a análisis las ideas que se exponen.
M1.- ¿Y no resultará algo artificial este tipo de comportamiento?
A.- Puede. Pero sobre todo creo que nos resultará muy nuevo, ya que normalmente no estamos acostumbrados a discutir de esta forma tan educada, sino a hacerlo de forma muy contundente, poco respetuosa e intentando que nuestros argumentos queden muy claros y por encima de los de los otros.
M1.- Quizá entonces no debiera llamarse discusión a esta técnica. ¿No?
A.- Bueno, una discusión es un examen de una cuestión atendiendo a las razones a favor y a las razones en contra de la misma. Así que esto sí será una discusión. Lo que espero que no sea es una disputa, que es en lo que acaban muchas discusiones no controladas. Si seguimos esta técnica no estará permitido cerrarse al análisis de las argumentaciones y habrá que estar dispuestos a cambiar de opinión o, al menos, a interesarse por enriquecer las propias opiniones o matizarlas.
C5.- Muy complicado lo veo. ¿Es que estás haciendo de psicólogo con nosotros?
A.- Creo que no. Los psicólogos, en general, se dedican a intentar resolver problemas de índole personal o íntima. También pueden dinamizar grupos con gran habilidad y en ese caso utilizan técnicas como la DG. De todas formas este tipo de técnica para afrontar las situaciones no está reservada a los psicólogos, ya que está al alcance de cualquier persona o grupo que la precise.
M2.- Bueno, pues vamos a empezar.
A.- Vale. Si os parece centraré el tema. El motivo de esta reunión es el de intentar encontrar alguna solución para la situación que surgió durante la pasada excursión. Ya sabéis que hubo compañeros que no llegaron con el gran grupo y que perdieron el rumbo correcto. Estas personas se han sentido desatendidas y se encuentran a disgusto. Es conveniente que recapacitemos y que intentemos que este tipo de problemas no se repita, o pueda evitarse en un futuro.
Silencio. Nadie interviene.
A.- ¿Qué os parece? ¿Alguien quiere dar su opinión?
C1.- Sí. Yo quiero hablar. Quiero decir que nos sentimos muy molestos por habernos perdido y porque nadie nos ayudara. Creo que pasaron de nosotros.
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A.- ¿Te refieres a los monitores?
C1.- Me refiero a los monitores y a los compañeros. Creo que deberían habernos esperado.
C7.- Os esperamos muchas veces, pero vosotros ibais muy despacio.
C1.- Nosotros íbamos a un ritmo normal. Vosotros ibais muy deprisa.
C7.- Esa es tu opinión.
C1.- Por supuesto.
A.- Mirad, este es el tipo de intervención que hay que corregir en la DG. Acordaos de que las opiniones no deben ser cerradas, sino que deben someterse a análisis. Por ejemplo, ahora sería pertinente que se preguntara sobre si se había acordado seguir algún criterio con respecto al ritmo de la marcha. De esta forma, al contestar a esta pregunta, se podría evaluar lo acertado de un ritmo más o menos rápido por parte de todos. Pregunto. ¿Se había establecido algún criterio?
C3.- Yo creo que no. Aunque lo lógico es que se espere siempre a los últimos, ¿no?
M1.- Hombre, ese es el criterio general para este tipo de marchas. Yo creo que lo sabe todo el mundo. Lo que ocurre es que os esperamos varias veces, pero vosotros os entreteníais mucho por el camino.
A.- Os recuerdo que debéis intentar analizar los argumentos de los otros para ver si pueden influir en los vuestros.
C3.- Tú has dicho que nos esperasteis varias veces, y eso es cierto (se ríe porque es consciente de utilizar una expresión adecuada para la DG). También es cierto que nos retrasábamos algo, pero lo hacíamos porque mirábamos con los prismáticos y hacíamos fotos. Yo creo que estas excursiones son para eso, no para ir tan ligeros.
M1.- Efectivamente, como tú dices, estas excursiones son para disfrutar, hacer fotos y todo eso. Pero también hay quien disfruta yendo más aprisa, y por eso nos adelantamos.
C2.- Yo creo que está bien que quien quiera ir deprisa vaya deprisa. Pero hay que controlar a todo el grupo: a los que van deprisa y a los que van despacio.
M2.- Creo que tienes razón en eso que dices. Es más, quizá deberíamos haber recordado al principio de la excursión que había que ir agrupados. En realidad es la norma general. Puede que nos sintiéramos (mi compañero y yo) algo agobiados o… no sé… algo presionados por el grupo para ir más aprisa. Quizá no es excusa suficiente, pero creo que eso es lo que pasó.
C9.- Yo quiero decir que, efectivamente, deberíamos haber esperado a los que se retrasaron. Hay que tener en cuenta que la seguridad es una cuestión importante y que podían haber tenido algún percance más, no sólo el hecho de perderse.
C11.- ¿No pueden formarse dos grupos para una próxima ocasión? Cada monitor podría ir con un de los grupos.
M2.- No sé… Puede que sí. Habría que estudiarlo.
C11.- Los dos grupos pueden estar en contacto con el móvil. Eso facilitaría las cosas.
C13.- ¿Y qué vamos a formar? ¿El grupo de los buenos y el grupo de los malos?
C11.- No. Yo no lo veo así. Más bien serían grupos con distintos objetivos. Uno que intenta disfrutar a un ritmo más vivo, y otro que quiere ir más despacio para hacer fotos o mirar las plantas. Yo creo que es posible.
M1.- Puede ser posible, pero habría que analizarlo despacio. Porque, se me está ocurriendo, que quizá los grupos no estuvieran equilibrados en cuanto a número.
C13.- ¿Por qué han de estar equilibrados?
M1.- Bueno, pues ya que estamos hablando de seguridad…Creo que si se presenta algún percance es mejor que ningún grupo sea de sólo tres o cuatro personas.
C13.- No había caído en ello (riéndose, porque es consciente de utilizar una expresión indicada en la DG).
A.- Bueno, pues si estamos de acuerdo, podemos ir dando por finalizada la reunión. Creo que se ha discutido bien, que se han explicado las cosas y que habrá que preparar mejor las próximas excursiones. Parece claro que no se asumieron las normas todo el tiempo y es algo que habrá que corregir en el futuro.
ESTE EJEMPLO SÓLO TIENE VALOR ORIENTATIVO. EL LECTOR PODRÁ SACAR SUS CONCLUSIONES ACERCA DE SI SE HA EMPLEADO LA TÉCNICA DE FORMA ADECUADA, SI SE HA CONDUCIDO BIEN LA REUNIÓN O SI EL PROBLEMA DABA PARA TANTO. LO INTERESANTE ES CONOCER LA TÉCNICA Y APLICARLA SI ES NECESARIO. CUANDO LOS PROBLEMAS SE PUEDEN RESOLVER DE FORMA MÁS SENCILLA NO HAY QUE RECURRIR A ESTAS TÉCNICAS.
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A.- ¿Te refieres a los monitores?
C1.- Me refiero a los monitores y a los compañeros. Creo que deberían habernos esperado.
C7.- Os esperamos muchas veces, pero vosotros ibais muy despacio.
C1.- Nosotros íbamos a un ritmo normal. Vosotros ibais muy deprisa.
C7.- Esa es tu opinión.
C1.- Por supuesto.
A.- Mirad, este es el tipo de intervención que hay que corregir en la DG. Acordaos de que las opiniones no deben ser cerradas, sino que deben someterse a análisis. Por ejemplo, ahora sería pertinente que se preguntara sobre si se había acordado seguir algún criterio con respecto al ritmo de la marcha. De esta forma, al contestar a esta pregunta, se podría evaluar lo acertado de un ritmo más o menos rápido por parte de todos. Pregunto. ¿Se había establecido algún criterio?
C3.- Yo creo que no. Aunque lo lógico es que se espere siempre a los últimos, ¿no?
M1.- Hombre, ese es el criterio general para este tipo de marchas. Yo creo que lo sabe todo el mundo. Lo que ocurre es que os esperamos varias veces, pero vosotros os entreteníais mucho por el camino.
A.- Os recuerdo que debéis intentar analizar los argumentos de los otros para ver si pueden influir en los vuestros.
C3.- Tú has dicho que nos esperasteis varias veces, y eso es cierto (se ríe porque es consciente de utilizar una expresión adecuada para la DG). También es cierto que nos retrasábamos algo, pero lo hacíamos porque mirábamos con los prismáticos y hacíamos fotos. Yo creo que estas excursiones son para eso, no para ir tan ligeros.
M1.- Efectivamente, como tú dices, estas excursiones son para disfrutar, hacer fotos y todo eso. Pero también hay quien disfruta yendo más aprisa, y por eso nos adelantamos.
C2.- Yo creo que está bien que quien quiera ir deprisa vaya deprisa. Pero hay que controlar a todo el grupo: a los que van deprisa y a los que van despacio.
M2.- Creo que tienes razón en eso que dices. Es más, quizá deberíamos haber recordado al principio de la excursión que había que ir agrupados. En realidad es la norma general. Puede que nos sintiéramos (mi compañero y yo) algo agobiados o… no sé… algo presionados por el grupo para ir más aprisa. Quizá no es excusa suficiente, pero creo que eso es lo que pasó.
C9.- Yo quiero decir que, efectivamente, deberíamos haber esperado a los que se retrasaron. Hay que tener en cuenta que la seguridad es una cuestión importante y que podían haber tenido algún percance más, no sólo el hecho de perderse.
C11.- ¿No pueden formarse dos grupos para una próxima ocasión? Cada monitor podría ir con un de los grupos.
M2.- No sé… Puede que sí. Habría que estudiarlo.
C11.- Los dos grupos pueden estar en contacto con el móvil. Eso facilitaría las cosas.
C13.- ¿Y qué vamos a formar? ¿El grupo de los buenos y el grupo de los malos?
C11.- No. Yo no lo veo así. Más bien serían grupos con distintos objetivos. Uno que intenta disfrutar a un ritmo más vivo, y otro que quiere ir más despacio para hacer fotos o mirar las plantas. Yo creo que es posible.
M1.- Puede ser posible, pero habría que analizarlo despacio. Porque, se me está ocurriendo, que quizá los grupos no estuvieran equilibrados en cuanto a número.
C13.- ¿Por qué han de estar equilibrados?
M1.- Bueno, pues ya que estamos hablando de seguridad…Creo que si se presenta algún percance es mejor que ningún grupo sea de sólo tres o cuatro personas.
C13.- No había caído en ello (riéndose, porque es consciente de utilizar una expresión indicada en la DG).
A.- Bueno, pues si estamos de acuerdo, podemos ir dando por finalizada la reunión. Creo que se ha discutido bien, que se han explicado las cosas y que habrá que preparar mejor las próximas excursiones. Parece claro que no se asumieron las normas todo el tiempo y es algo que habrá que corregir en el futuro.
ESTE EJEMPLO SÓLO TIENE VALOR ORIENTATIVO. EL LECTOR PODRÁ SACAR SUS CONCLUSIONES ACERCA DE SI SE HA EMPLEADO LA TÉCNICA DE FORMA ADECUADA, SI SE HA CONDUCIDO BIEN LA REUNIÓN O SI EL PROBLEMA DABA PARA TANTO. LO INTERESANTE ES CONOCER LA TÉCNICA Y APLICARLA SI ES NECESARIO. CUANDO LOS PROBLEMAS SE PUEDEN RESOLVER DE FORMA MÁS SENCILLA NO HAY QUE RECURRIR A ESTAS TÉCNICAS.
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