Dificultad: Media-Baja
Duración: 4 horas.
Inicio.- En el Puerto del Boyar, entre Benamahoma y Grazalema, existe una zona de aparcamiento desde la que podemos ver todo el valle hacia el oeste. Desde este punto puede observarse claramente el Salto del Cabrero.
Iniciamos la ruta pasando por una verja situada en las proximidades. Al principio se trata de un camino ancho que nos conduce en breve descenso hacia un rancho (Cortijo de las Albarradas) situado a unos veinte o veinticinco minutos. Encontraremos rejas que hay que dejar como estén (abiertas o cerradas).
Llegando a este rancho, vemos indicaciones para nuestra ruta, estrechándose la misma. Debemos dejar los establos a nuestra derecha y pasamos por entarimados y por zonas empedradas. La ruta se hace más estrecha y se ha convertido en una sencilla vereda.
El entorno ahora es más arbolado y la ruta transcurre por la falda de una vertiente rocosa que corresponde a la Sierra del Endrinal. El sentido de nuestra marcha es hacia el Suroeste. Conviene no despistarse de la ruta, ni salirse de ella, ya que hay animales sueltos en el entorno (toros), con los que no conviene tropezarse.
La ruta hasta ahora ha sido descendente, pero ahora se inicia una suave pendiente hacia arriba. Es fácil de seguir y está indicada. Hay que atravesar, siguiendo las flechas e indicaciones algunas cancelas y alguna valla de piedras. Podemos llevar una hora o una hora y cuarto de marcha –esto dependerá de las paradas para hacer fotos o para reagruparse.
Llegamos a una zona llana con encinas y algo más despejada de árboles. Seguimos las indicaciones y flechas hasta alcanzar un llano algo más extenso. En este llano, a la derecha está la entrada al Salto del Cabrero. Habremos llegado aquí en una hora y media o en dos horas.
Hay que bajar unos cinco minutos para acceder a una gran vista.
Hay que tener cuidado en esta zona al asomarse para ver el Salto del Cabrero. El “salto” es una denominación local sobre una antigua leyenda. Por supuesto, ningún cabrero puede dar este saltito de una peña a otra. Podemos aprovechar para sacar fotos y para comer en esta zona, o bien en el llano de arriba.
Emprendemos la ruta siguiendo la misma ahora hacia el Sur. Se sigue hacia Benaocaz, pasando por el Puerto de Don Fernando, que es la zona que encontramos en cuanto subimos un poquito tras el llano que hemos pasado. Es una subidita fácil y que no nos cansará apenas. Esta zona se denomina así –Puerto de D. Fernando– porque por aquí pasó el Rey Católico en su viaje-conquista de Granada.
Justo a nuestra izquierda, hacia el Este, se encuentra un cerro al que se puede subir para tener una buena vista (mirando al N se ve la carretera entre Benamahoma y Grazalema). Esta subida no es parte de nuestra ruta, por lo que es opcional. La única dificultad es la que supone hallar una senda entre las aulagas y las rocas.
Seguimos con la ruta. Muy pronto se van vislumbrando las montañas situadas más al Sur de Benaocaz. El camino es ahora llano y con pocos árboles. Predomina la aulaga –que es un matorral muy abundante aquí. Podemos ver una vivienda algo alejada a nuestra izquierda, y una encina solitaria.
Pasamos por una zona donde sí hay bastantes encinas, y en la que encontramos señalada una antigua CALERA (horno rudimentario para fabricar cal).
Seguidamente emprendemos la bajada hacia el pueblo, zigzagueando en una empinada cuesta (¡menos mal que es hacia abajo!). Hay que tener cuidado y no resbalar. Cuando llegamos abajo se sigue una ruta muy fácil que suele estar bastante embarrada. Hay que atravesar un antiguo puente. Es un lugar bonito para hacer fotos.
Lo que nos queda hasta el pueblo es fácil de seguir, aunque aún queda una pequeña cuesta arriba final.
Recomendación a los grupos de alumnos.- En el pueblo hay que comportarse bien y no dar gritos, ya que sus habitantes suelen ser tranquilos y no les gusta el bullicio. Hay un par de tiendas en la calle principal para comprar agua o algo de comer.
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