065.- Senderismo en Cádiz: A los Llanos del Republicano desde el Puerto de los Alamillos.

Del Puerto de los Alamillos a los Llanos del Republicano

El acceso más habitual a los Llanos del Republicano es partiendo desde Villaluenga del Rosario, abordando los Llanos desde el Oeste. Existe otra posibilidad, aquí presentada, que es llegar a los mismos desde el Norte, partiendo desde el Puerto de los Alamillos.

La ruta es fácil y de dificultad baja. Para llegar al comienzo de los Llanos, y según donde te pares, puedes andar entre seis y siete kilómetros. Si llegas hasta la Sima del Republicano serán ocho kilómetros, más o menos.

El Puerto de los Alamillos se encuentra entre Grazalema y Villaluenga del Rosario. Es un cruce de carreteras comarcales (la 3331 y la 344). Entrando desde el cruce en la carretera 344, a 100 escasos metros existe una venta a la derecha, y un carril asfaltado que es el inicio de nuestra ruta. Dejamos el coche y empezamos a andar. Es dirección Sureste. Para los más tranquilos o que quieran andar menos (cuatro kilómetros menos), cabe la posibilidad de avanzar con el coche hasta que la ruta se haga impracticable para el mismo (a la altura de la casa de Patelagana).

Estos primeros kilómetros, pues, son de andadura por un carril asfaltado que, entre diversas casas, y algún que otro repecho, nos conduce a una zona amplia y despejada, una pequeña llanura atravesada por el arroyo Gaduares (foto 1) del río Campobuche.





















Foto 1.- Más allá de los coches aparcados hay un puente sobre el río Gaduares.


En el centro de esta amplitud, a la derecha y a unos cien metros, se encuentra un alcornoque centenario (alcornoque de las ánimas). Podemos detenernos y leer el cartel indicador con información sobre el alcornoque. Tras ello, proseguimos nuestra andadura por el carril asfaltado, que va dejando la dirección Sureste para pronunciarse algo más hacia el Sur. El paisaje se vuelve a cerrar. Siguen los repechos y habrá que para beber algo de agua.

Un kilómetro después y tras una casi última subida, se vuelve a abrir el paisaje y el carril nos dirige hacia una masa rocosa, tras la cual se oculta la casa de Patelagana (foto2).





Foto 2.- Se sigue adelante y, al final de este carril, se elige la dirección a la derecha, bordeando la pequeña cordillera. Si miramos en el mapa, podemos comprobar que esta cordillera limita con la provincia de Málaga.

Vemos que el carril se hace ahora algo más abrupto a medida que, rodeando la masa rocosa, nos acercamos a la casa (foto 3).




Foto 3.- Estamos a menos de 1 km de la casa. Escucharemos, antes de divisarla, a algún perro que nos ladra por haber advertido nuestra presencia.

En una curva a la izquierda encontramos la casa (foto 4). Seguimos hacia ella y pasamos por delante de la misma, desviándonos a la derecha y dejando a nuestra izquierda un abrevadero de animales y una cerca. Ahora ya no hay carril, y estamos en una estrecha senda entre la cerca y un pequeño montículo a nuestra derecha.



Foto 4.- El carril acaba en la casa. Nos acercamos a la misma y proseguimos por una senda a la derecha.

La estrecha senda nos conduce a un pequeño puente (foto 5).


Foto 5.- Pequeño puente que atravesamos y seguimos a la izquierda.


Proseguimos a la izquierda por la senda, paralelo a la cerca y dirigiéndonos a una valla situada junto a un muro de piedras (foto 6).


Foto 6.- La senda nos conduce a una valla junto a un muro de piedras.

Cruzamos la valla, la dejamos cerrada, y seguimos de frente por un terreno en el que se insinúa (no está muy marcada) la senda, que ahora es algo más ancha. Tal senda discurre pararela a una cerca (foto 7). El paisaje se ha hecho más abierto. Tenemos cordillera a nuestra izquierda y terreno arbolado a nuestra derecha.

Foto 7.


La senda es llana y el terreno suele ser húmedo. Nos encontraremos con una valla-cancela de frente (foto 8). Atención: no hay que atravesarla.

Foto 8.- Esta valla no se atraviesa.

Pocos metros antes de esta valla podemos apreciar que hay una desviación hacia la derecha, que nos conduce a atravesar un arroyo. Es lo que hay que hacer. Nuestra senda sigue siendo ancha y es, en la práctica, un carril para motos camperas. Seguimos, y más adelante, encontramos otra valla (foto 9).

Foto 9.


El camino no tiene pérdida. Se sigue por él hacia delante. Ahora ya podemos intuir que nos estamos acercando a los Llanos del Republicano, pues empezamos a tener a la vista el comienzo de los mismos (foto 10).



Foto 10. Los Llanos están cerca, pero aún no hemos llegado.

Proseguimos y, muy pronto, encontramos una valla (foto 11) que pasaremos para, inmediatamente, subir unos metros hacia nuestra derecha, donde nos topamos con un carril bien señalado que seguimos en dirección Sur (foto 12).



Foto 11.




Foto 12.- El carril es ancho. Estamos accediendo a los Llanos por el Norte.

Unos 150 metros más adelante accedemos a una vista franca del Norte de los Llanos del Republicano. Divisamos, a la izquierda del carril, una casa de campo en medio del principio Norte de los Llanos (foto 13).

 Foto 13.


Hemos llegado a Los Llanos, y habremos andado entre seis y siete kilómetros. Las opciones que se nos presentan ahora son, al menos, dos. La primera es abandonar el carril y bajar a nuestra izquierda a los Llanos, avanzando entre la casa y el árbol situado en medio de la llanura, en dirección a la cordillera, para aproximarnos y llegar hasta las cercanías de la Sima del Republicano (un par de kilómetros por la llanura). La segunda sería seguir por el carril, unos tres kilómetros, hasta la zona denominada La Mesa, que nos conduce hacia Villaluenga.